Si buscamos la definición de vida en el diccionario, la define como una cualidad esencial de los seres vivos, por la cual evolucionamos, nos adaptamos al medio y nos reproducimos. Pero yo la defino de otra manera: la vida es un camino de sensaciones y sentimientos en el que evolucionamos y nos adaptamos a ella, a la vida.

Pensamos que lo tenemos todo controlado, que somos dueños de nuestra propia existencia, pero en realidad, es la vida la que nos lleva. Entonces, llegó un momento que no pude dejar de pensar en la famosa frase «vive como si no hubiera un mañana». Y creo que así debería ser. Debemos vivir cada día como si fuera el último, porque nunca sabemos qué nos depara el futuro, ni mañana, ni dentro de diez años.

De ahí nace mi inspiración, mis ganas de escribir, de compartir mis ideas, mis pensamientos, mis sentimientos. Tal vez por cambios que han llegado a mi vida, por todo lo que he sentido, por emociones que sabía que tarde o temprano aparecerían, pero que al mismo tiempo no esperaba, o quizás no quería que llegaran. No lo sé. Solo sé que quiero escribir y que no quiero dejarlo para mañana.

Soy una persona que, a través de experiencias vividas, encontré en la escritura una forma de expresar sentimientos, pensamientos e ideas, con la esperanza de que puedan ayudar o inspirar a otros quienes puedan sentirse identificados con ellas.